15 de maig 2012

"La derecha contra la izquierda: Una batalla perdida."


Javier Martínez Moyà.- Se abre el telón y aparece un bandera con el Águila de San Juan y un liberal saliendo corriendo, ¿cómo se llama la película?: Derechista a la fuga. Esto no es un chiste, no hace falta que lo busquen o lo repitan. Pues la mayoría no lo entenderán de forma chistosa ni de forma irónica. Igualmente, pese a no ser un chiste, sí representa una faceta chistosa de la mal llamada derecha.

Derecha e izquierda son términos absurdos, tanto en cuanto nacen significando un lado u otro del parlamento inglés: de un lado los conservadores afines a la monarquía y los más laicos partidarios en cierta forma de la república y algo más moderados sentados al lado izquierdo. Simple, básico y absurdo. Nunca antes ha existido un balance igual para catalogar a alguien sobre una corriente política de forma tan simple como ha sido sentarse en un lado u otro en un parlamento.
Dejando atrás la breve reflexión histórica, vamos a analizar a la derecha y su función actual, una función que además de ser nefasta está obligada por su carencia ideológica a desaparecer frente a una izquierda que es real y existe -de forma ideológica-.

La derecha española, de la dictadura a la transición
Terminada la guerra, año 1939, el estado entra en un sistema autoritario considerado de derechas. Una forma de estado que duró cerca de cuarenta años. Años en que la izquierda permaneció silenciada viviendo en el ostracismo político absoluto. Considerarse de derechas nunca estuvo mal, siendo que la izquierda apenas existía más allá de algunas y puntuales asociaciones de vecinos.

Al terminar el régimen autoritario del general Franco, y empezando con la transición, la derecha decide “re-fundarse” y aparecen los primeros partidos que todavía podían ser considerados de derecha histórica. Allí nace la UCD, que en su ánimo conciliador, negando en gran parte su pasado “oscuro” y el de sus militantes, empieza por el bien de la vergüenza y el de sus antecedentes a tapar la tumba de los muertos antes de enterrarlos. Obvio que nosotros condenamos cualquier sistema totalitario, pero de ahí a negar algo de lo cual se vivió de buena forma años atrás es ser un caradura. La UCD fue abatida, dejaron de existir y ese centrismo de derechas fue adoptado por un partido creciente llamado Alianza Popular, rebautizado como Partido Popular, un partido que se bautizó de nuevo para extirpar el estigma del viejo régimen. Hasta aquí podemos ver, que mientras los partidos históricos de izquierda se re-fundaron de nuevo, sin abandonar las pautas ideológicas de sus viejos estandartes (véase el PSOE presumiendo de sus raíces marxistas), la derecha marginó, renegó e incluso insultó a su pasado nacional-católico.

El porqué la derecha no podrá vencer a la izquierda
La derecha no podrá vencer a la izquierda, siendo que esto no debe confundir a la gente con el hecho de que la izquierda pueda vencer y superar los problemas actuales. La derecha simplemente no vencerá por no poder combatir de forma ideológica a la izquierda. La izquierda tiene unas corrientes ideológicas (social-capitalistas, comunistas, ecologistas…), mientras que la derecha ha renegado tanto de su pasado, que se conforma con gritar un poco menos que la izquierda. Véase algunos ejemplos: la gente de derechas está en contra del aborto, pero por miedo a una confrontación ideológica, prefiere poner matices al tema del aborto del PSOE. La gente de derechas es contraria a los beneficios que pueda recibir un preso de la banda criminal ETA, pero vemos que actualmente están apoyando el acercamiento de presos vascos, pues no quieren afrontar el problema para no tener una confrontación ideológica con los separatistas vascos. La gente de derechas es contraria mayormente a la homosexualidad, pero en lugar de combatir de forma política a los lobbys gays, prefieren aceptar frente al matrimonio del PSOE un acuerdo legal que en general garantiza los mismos derechos. La gente de derechas presume de tener un proyecto propio pero siempre hace política ideológica refiriéndose al pasado de los otros gobiernos de izquierda. Esta es la derecha que tenemos, un humano castrado que intenta hacerse el viril.

En conclusión…
La derecha no es más que un invento de la izquierda para tener cercado el electorado más conservador de la sociedad, un lado que no da soluciones y que por miedo al pasado, un pasado que se lo recuerda la izquierda, se centran en ser el centro izquierda que da a parar al mismo campo que la izquierda. Los principios humanos del conservadurismo de derechas son natos en todas las personas de bien: amor a la patria, a los valores éticos de nuestra civilización… pero el órgano político, la estrategia de la derecha es conducirnos a una vida de izquierdas de forma ralentizada. No existe ninguna posibilidad de que ninguna de esas dos corrientes solucionen los problemas actuales, que entre unos y otros han creado: la izquierda con motivo de causa y la derecha por su humilde complicidad.

*Militante de Plataforma per Catalunya (PxC) en Arbeca (Lleida).
Fuente del artículo: http://www.alertadigital.com/2012/05/08/la-derecha-contra-la-izquierda-una-batalla-perdida/