24 de jul. 2012

"¡Revolución social, ya!".


Javier Martínez Moyà.- Las elecciones griegas en mayo marcaron lo que de seguro vendrá siendo en la mayoría de países europeos. Primero un gobierno de tecnócratas y más tarde unas elecciones que provocaron otras elecciones anticipadas a vista de un mes para consolidar el gobierno que el sistema quería. Grecia, o más bien, el pueblo griego, hoy no tiene gobierno. Este gobierno lo tiene ahora la banca. Su legitimidad se ha visto mermada desde el momento en que se cerraron las urnas el pasado 6 de Mayo, estas últimas elecciones realmente no fueron unas elecciones, fue un acto organizado para entregar el poder al mundialismo en su versión europea, sólo hay que ver el cambio de programa de los que fueron llamados radicales, hablo de SYRIZA. Ya que el que fuera acusado de ser el más extremo (Amanecer Dorado) ha demostrado, independientemente de su ideología política, ser el único partido con principios, y eso debe ser valorado y admirado.
El tema en cuestión que deseo tratar, no tiene nada que ver con el panorama político actual de Grecia, pero si con la situación griega, que será una situación que iremos viendo según vayan cayendo los diversos países europeos. Nosotros hemos sido rescatados, ¿cuanto tiempo tardará el Sr. Rajoy en dejar el asiento caliente a un tecnócrata puesto a dedo por un especulador “europeo”? Tiempo al tiempo decía el refranero, pero el tiempo se acaba y algo podemos hacer, es más, tenemos el deber ético con nuestro pueblo de hacer algo. No podemos esperar a las elecciones municipales, autonómicas, generales o europeas para empezar a trabajar, no podemos dejar que nuestros políticos más afines hagan toda la labor desde los plenarios de pequeños y grandes pueblos, no podemos ser tan acomodados, y tampoco ellos pueden en su campo municipal hacer llegar todas las reclamaciones que queremos reivindicar. No todo empieza y termina en un proceso electoral, el pueblo no puede dejar su destino únicamente en manos de políticos, la revolución se debe hacer, el acto revolucionario es aquel que busca cambiar algo, y no nos vale dejar nuestro destino en manos de procesos electorales que van cada cuatro años. La política es un complemento revolucionario no una labor en sí.
Ha llegado el momento de salir, nos debemos a nuestro futuro, no podemos permanecer quietos ajenos a la realidad, estamos ante un momento crítico, aquellos momentos que la historia no brinda cada día, y podemos hacer dos cosas: permanecer pasivos frente al poder, cual corderos siguen a un pastor en un rebaño o enseñar los dientes, cargarnos de alegría e ilusión y salir a la calle. ¿Qué es salir a la calle? Salir a la calle constituye algo más que salir de nuestra casa, cerrar la puerta y abordar las calles sin ningún fin, la idea es hacer una revolución social, una revolución que debe ser política, social y cultural. ¿Qué quiero decir con esto? Apoyar a los partidos políticos con vocación antisistema, (antisistema, contrario al modelo de sistema establecido, por la casta en este caso), estar al lado de la gente, apoyar las manifestaciones y contra manifestaciones que reivindiquen la justicia social, sin importar quien las convoque, los valores no tienen color político, no podemos dejar que derecha e izquierda secuestren el carácter social y popular de nuestro movimiento y por último animar a los jóvenes, estudiantes u obreros, empresarios o desempleados, para que escriban, publiquen todo lo que piensen, compongan música protesta poco convencional, pues ninguna revolución se hizo sin música.
Nos encontramos, apreciados amigos en un punto y final, en un lugar donde no hay término medio, es simple: estar a favor del capital o de la comunidad, aquellos que hacen del capital su nación, siendo hijos bastardos sin pueblo ni cultura y aquellos que están al lado del pueblo, que asumen el capital como garante de la supervivencia de la comunidad. Izquierda y Derecha han fallado, todos los partidos que van desde distintas índoles ideológicas nos han traicionado, el pueblo debe sublevarse a este sistema parasitario, abordar la calle de una forma pacifica, no podemos caer en errores garrafales que desprestigian la lucha popular, pero si hacerlas nuestras, llegar a un punto en que se sumen las fuerzas de seguridad a nuestras reivindicaciones, como ha pasado por ejemplo en Portugal, donde las fuerzas de seguridad llegaron a rechazar cualquier medida represiva contra los ferviente defensores de la nación. No somos de izquierdas que donde van hacen arder las calles, ni somos la derecha pija, que critica al mundo viéndolo desde su sillón. Somos los nacionalistas de carácter social los que rechazamos este sistema, los que desean luchar por la justicia social, por todo ello… ¡A la calle, que ya es hora!.
*Militante de Plataforma per Catalunya (PxC) en Arbeca (Lleida).
Fuente del artículo: http://www.alertadigital.com/2012/07/19/%C2%A1revolucio%E2%80%8Bn-social-ya/