10 de des. 2012

"Animalismo identitario".


Javier Martínez Moyà.- Los que me conocen, saben que soy vegetariano, y que los productos de origen cárnico pasaron de mi nevera a mejor vida desde hace cerca de dos años. Algunos, (los más allegados), sabrán que soy un activista y militante de la causa animalista, hasta la fecha. Pertenezco a una asociación internacional en defensa de las libertades y derechos de los que yo considero, nuestros compañeros de viaje; nuestros amigos los animales.
La causa animalista, al contrario de ser una corriente fruto del “sentimentalismo barato” como lo han considerado algunos pensadores totalmente reaccionarios, es por sobre todo, una causa noble, desinteresada y ética en consecuencia con el entorno medioambiental. Todo patriotismo debe estar guiado por un alto grado de respeto por el entorno, ese entorno que conforma la tierra y toda la vida que habita en ella. Desde la pequeña flor que nos negamos a cortar, pues la vemos simple y bella en los colores de sus dulces pétalos, que expresan su propia esencia vital que la hace bella, llegando al pico más alto de nuestra patria. La patria es el todo, la unidad entre individuo, comunidad y tierra.
Hay que dejar claro que esto es una reflexión personal, que en ningún momento debe ser tomada como una mueca de desprecio hacia ningún omnívoro, al contrario, es una crítica constructiva al animalismo, al sano animalismo, ese animalismo real que nada tiene que ver con posiciones materialistas y egoístas que hoy habitan en algunos partidos de índole neocomunista. Es más, me atrevería a decir que se puede ser animalista sin ser vegetariano, pues el vegetarianismo se podría definir como una corriente más radical y comprometida con el tema en cuestión.
Terminada esta breve reflexión, que insisto, es puramente personal, hay que tratar el tema del animalismo. Las posturas animalistas no nacen de aquellos que hoy lideran su discurso (más bien al contrario), véase comunistas trasnochados que si han aprovechado el animalismo como arma sentimentalista, cuando las cosas nunca deben ser movidas por meros sentimentalismos, sino por posturas cívicas y éticas (no solamente en este caso, en todos). Unos partidos, (que por citar un ejemplo), en Tortosa votaron en contra de mociones de vocación “animalista” que presentaba Plataforma per Catalunya. Y no solo eso, sino que lo mismo sucedió en el Hospitalet; Dejando claro que la postura animalista de estos partidos, (en estos casos de ICV-EUiA), son simplemente portadas de cara a la galería, lo que viene siendo su electorado. Ellos han dejado claro que quieren a los animales con la camisa roja, y si esta camisa clarea son también fascistas, neonazis, extremoderechistas… en estos momentos, estos partidos se sacan su mascara y se muestran tal como son: UNOS HIPÓCRITAS.
Hay que dejar claro y al menos debería calar en la opinión pública y en concreto a los animalistas sanos y me consta que los hay, pues hemos compartido marchas y protestas por derechos que deberían ser innegables a cualquier ser vivo capaz de sufrir y experimentar el maltrato físico y psicológico, que el comunismo no es ni una solución ni es favorable a los animales. Partidos que hasta hace poco nos recordaban al asesino de Paracuellos, que nos recordaban las checas de Madrid en las cuales tanta gente murió, hipócritas que no disimulan ni han disimulado sus posturas propias del Stalinismo y del Pol Potismo que tantos muertos nos legaron por razones étnicas y psíquicas. Estos partidos no podrán defender jamás a los animales, no cuando no han mostrado a lo largo de la historia ninguna mínima consideración por la vida humana. Y un ejemplo de modernismo comunista es China y ahí vemos el modelo y el trato que estos tienen con los animales y las personas.
Por ello, las personas sanas, que admiran el trascurso de la vida, intentando pasar por la faz de la tierra causando el menor daño posible, aquellos que no soportamos que se maltrate a los animales, que se sea desconsiderado con el entorno, aquellos que hemos sido educados con conductas cívicas que hacen que seamos abiertamente pro ecológicos, aquellos que amamos la naturaleza, no como una divinidad sacra, sino como parte de la misma riqueza de la vida, aquellos que queremos legar un futuro más saludable para nuestros hijos y nietos, aquellos que queremos que sigan existiendo montes verdes y mesetas, picos rocosos y un entorno rural para nuestra progenie, debemos oponernos a estos partidos, que ni sienten por el entorno ni por los seres más indefensos de nuestro mundo.
Hay que tener claro que quien no defiende la vida, jamás defenderá a un animal. Las apariencias caen y como hemos citado con anterioridad, en algunos sitios se ha demostrado

*Militante de Plataforma per Catalunya (PxC) en Arbeca (Lleida).
Fuente del artículo: 
http://www.alertadigital.com/2012/12/04/animalismo-identitario/